lunes, 15 de agosto de 2011

Islandia (día 8)


Hoy se ha levantado el día frío. De camino al nuevo destino, los fiordos del oeste, pasamos por un museo al aire libre donde visitamos un pequeño pueblo con casas hechas con turba.




Ha sido muy interesante ver como vivían estos islandese en una especie de comuna semisubterránea, ya que vivían varias familias y el cura en la mismo lugar.

Después, para quitarnos el frío nos tomamos el café y el pastelito de rigor. En este caso pastel islandes de bodas.


Después nos dirigimos al fin del mundo pero antes pasamos por una pequeña iglesia, también cubierta de turba.


Y a partir de aquí... el fin del mundo. En Islandia hay poca gente, pero en los fiordos del este no hay prácticamente nadie, eso sí, es muy bonito, ves caballitos, ovejitas, playas bucólicas, millones de pájaros, gaviotas, cisnes, patos, gansos, golondrinas marinas y otros muchos que no sabemos que son.





Para terminar y entrar en calor, aunque sin fotos, nos fuimos a la piscina municipal que es descubierta pero con agua caliente y es un gustazo estar con el cuerpo calentito y la cabeza fresca. Lo peor es entrar y salir del agua.

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